INGLATERRA FACILITÓ PODER NUCLEAR OFENSIVO A CHILE
Especial | 14 noviembre, 2013
UNIDAD DE INVESTIGACIÓN El gobierno del Reino Unido vendió uranio enriquecido a Chile en 1982, en cantidades sospechosas de ser utilizado con fines ofensivos, en claro desafío a las prohibiciones internacionales aplicadas al gobierno de Augusto Pinochet por las denuncias de violaciones de los derechos humanos, pero que el gobierno británico decidió incumplirlas en reconocimiento a la colaboración pinochetista a favor de la victoria de las Fuerzas Armadas británicas sobre Argentina en la Guerra de las Malvinas.
La cooperación nuclear británica consistió en proporcionar al gobierno dictatorial de Augusto Pinochet de la capacidad de disponer de un 20% de uranio enriquecido en vez de 8%, que era la capacidad de su reactor nuclear tipo Herald adquirido con fines no bélicos en 1970, en virtud de un tratado suscrito entre los dos países en 1969, cuando estaba lejos de sobrevenir la tragedia del golpe sangriento lanzado por Pinochet contra el gobierno socialista de Salvador Allende.
Los entretelones de este abastecimiento secreto de combustible nuclear han sido conocidos gracias a la desclasificación hecha por el gobierno británico de los documentos del file titulado “Cooperación nuclear entre Chile y Reino Unido”, particularmente de un memo confidencial entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Departamento de Intercambio Comercial, en el que el gobierno británico explica su decisión de suministrar el citado combustible a Chile.
Oportunamente, el material fue divulgado por la BBC Mundo (*) y ha sido motivo de una reciente nota de interés 62-2013 del cónsul peruano en Génova (Italia), Luis Rodomiro Hernández Ortiz, por el cual recomienda a quien corresponde investigar esa cooperación nuclear al régimen pinochetista, usufructuada en la actualidad por los gobiernos democráticos que lo sucedieron desde marzo de 1990.
ESTRATEGIA OFENSIVA
Al respecto, la Asociación de Oficiales Generales y Almirantes (Adogen) al difundir el citado material informativo ha señalado que la posesión por parte de Chile, de un 20% de uranio enriquecido en vez del 8%, está asociado a un esquema estratégico de carácter ofensivo que viola todos los tratados que prohíben la tenencia y uso de armas de destrucción masiva, en el que destaca también la posesión de gas sarín y la compra de armamentos, desde 1990, por más de US$ 10.000 millones, gracias a haber destinado el 10% de los ingresos de venta de cobre por una ley especial.
Según el citado memo desclasificado, fechado en 1982, la decisión de entrega del 20% de uranio enriquecido fue adoptada en diciembre de este año, luego de un año de haberse mantenido congelado el pedido chileno, conforme se lee textualmente: “El uranio está listo para ser suministrado el próximo año (1983)”.
La Guerra de las Malvinas había ocurrido entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, lapso donde el pedido no fue atendido, pero luego del apoyo del gobierno de Pinochet a Inglaterra, gracias a la colaboración de espionaje electrónico chileno de las naves de combate argentinas, la primera ministra Margaret Thatcher decidió darle luz verde.
Por la lectura de los documentos desclasificados es posible conocer que los antecedentes se remontan al 13 de octubre de 1974, en que el Centro de Estudios Nucleares de La Reina (Santiago de Chile) recibió un reactor nuclear del tipo “Herald” diseñado por Fairey Engineering Limited. Es decir, casi un año después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
La adquisición había sido el resultado de un acuerdo de cooperación nuclear no bélico realizado en 1969, durante el primer gobierno laborista de Harold Wilson en Reino Unido y el de Eduardo Frei Montalva en Chile.
ENTRETELONES
Empero, en 1974, el gobierno de Pinochet, que era objeto de graves denuncias por violaciones de los derechos humanos, por lo cual era objeto de una serie de prohibiciones, que por lo demás nunca se cumplieron, pidió al Reino Unido incrementar su potencial nuclear, ante lo cual el Centro de Investigación de Armas Atómicas (AWRE) inglés le pidió a la Cancillería británica autorización parta el envío a Chile del combustible solicitado El cumplimiento del pedido, según el memo desclasificado, pasaba previamente por la visita del científico nuclear Derek Hindley, “la única persona con la experiencia necesaria para realizar un estudio preliminar sobre el aumento de capacidad”.
Dice la comunicación firmada por I. Knight Smith, de la Oficina para Sudamérica de la Cancillería: “El efecto de este aumento de capacidad hará que el reactor tome un 20% en vez de un 8% de uranio enriquecido” y tras un nuevo acuerdo de cooperación nuclear “el Reino Unido proveería a Chile de combustible nuclear”.
En mayo de 1975, durante el segundo gobierno de Harald Wilson, el científico Hindley “habría aparentemente asesorado a los chilenos” en una visita secreta, según consta en los documentos.
Casi una década después, luego de la Guerra de las Malvinas y del revuelo internacional por las denuncias de violaciones de derechos humanos del gobierno de Augusto Pinochet, un vínculo de cooperación nuclear entre ambos países -a través de un enviado experto en armas atómicas- era un tema delicado para la imagen del gobierno británico.
SIGUE MISTERIO
Finalmente, el tema se resolvió a favor de la venta de combustible nuclear. “Tras el acuerdo ministerial de la presentación del señor Kenyon el 16 de marzo, intercambiamos correspondencia con los chilenos el 23/24 (?) para esta venta de uranio enriquecido. El uranio está listo para ser suministrado el próximo año”, aclara el memo confidencial de diciembre de 1982.
Los entretelones de la capacidad nuclear chilena y sobre la posibilidad, los detalles de la visita de Hindley y la existencia de planes de utilización del uranio enriquecido quedarán inmersos en el misterio histórico, porque los documentos desclasificados no profundizan estos temas.
UNIDAD DE INVESTIGACIÓN El gobierno del Reino Unido vendió uranio enriquecido a Chile en 1982, en cantidades sospechosas de ser utilizado con fines ofensivos, en claro desafío a las prohibiciones internacionales aplicadas al gobierno de Augusto Pinochet por las denuncias de violaciones de los derechos humanos, pero que el gobierno británico decidió incumplirlas en reconocimiento a la colaboración pinochetista a favor de la victoria de las Fuerzas Armadas británicas sobre Argentina en la Guerra de las Malvinas.
La cooperación nuclear británica consistió en proporcionar al gobierno dictatorial de Augusto Pinochet de la capacidad de disponer de un 20% de uranio enriquecido en vez de 8%, que era la capacidad de su reactor nuclear tipo Herald adquirido con fines no bélicos en 1970, en virtud de un tratado suscrito entre los dos países en 1969, cuando estaba lejos de sobrevenir la tragedia del golpe sangriento lanzado por Pinochet contra el gobierno socialista de Salvador Allende.
Los entretelones de este abastecimiento secreto de combustible nuclear han sido conocidos gracias a la desclasificación hecha por el gobierno británico de los documentos del file titulado “Cooperación nuclear entre Chile y Reino Unido”, particularmente de un memo confidencial entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Departamento de Intercambio Comercial, en el que el gobierno británico explica su decisión de suministrar el citado combustible a Chile.
Oportunamente, el material fue divulgado por la BBC Mundo (*) y ha sido motivo de una reciente nota de interés 62-2013 del cónsul peruano en Génova (Italia), Luis Rodomiro Hernández Ortiz, por el cual recomienda a quien corresponde investigar esa cooperación nuclear al régimen pinochetista, usufructuada en la actualidad por los gobiernos democráticos que lo sucedieron desde marzo de 1990.
ESTRATEGIA OFENSIVA
Al respecto, la Asociación de Oficiales Generales y Almirantes (Adogen) al difundir el citado material informativo ha señalado que la posesión por parte de Chile, de un 20% de uranio enriquecido en vez del 8%, está asociado a un esquema estratégico de carácter ofensivo que viola todos los tratados que prohíben la tenencia y uso de armas de destrucción masiva, en el que destaca también la posesión de gas sarín y la compra de armamentos, desde 1990, por más de US$ 10.000 millones, gracias a haber destinado el 10% de los ingresos de venta de cobre por una ley especial.
Según el citado memo desclasificado, fechado en 1982, la decisión de entrega del 20% de uranio enriquecido fue adoptada en diciembre de este año, luego de un año de haberse mantenido congelado el pedido chileno, conforme se lee textualmente: “El uranio está listo para ser suministrado el próximo año (1983)”.
La Guerra de las Malvinas había ocurrido entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, lapso donde el pedido no fue atendido, pero luego del apoyo del gobierno de Pinochet a Inglaterra, gracias a la colaboración de espionaje electrónico chileno de las naves de combate argentinas, la primera ministra Margaret Thatcher decidió darle luz verde.
Por la lectura de los documentos desclasificados es posible conocer que los antecedentes se remontan al 13 de octubre de 1974, en que el Centro de Estudios Nucleares de La Reina (Santiago de Chile) recibió un reactor nuclear del tipo “Herald” diseñado por Fairey Engineering Limited. Es decir, casi un año después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
La adquisición había sido el resultado de un acuerdo de cooperación nuclear no bélico realizado en 1969, durante el primer gobierno laborista de Harold Wilson en Reino Unido y el de Eduardo Frei Montalva en Chile.
ENTRETELONES
Empero, en 1974, el gobierno de Pinochet, que era objeto de graves denuncias por violaciones de los derechos humanos, por lo cual era objeto de una serie de prohibiciones, que por lo demás nunca se cumplieron, pidió al Reino Unido incrementar su potencial nuclear, ante lo cual el Centro de Investigación de Armas Atómicas (AWRE) inglés le pidió a la Cancillería británica autorización parta el envío a Chile del combustible solicitado El cumplimiento del pedido, según el memo desclasificado, pasaba previamente por la visita del científico nuclear Derek Hindley, “la única persona con la experiencia necesaria para realizar un estudio preliminar sobre el aumento de capacidad”.
Dice la comunicación firmada por I. Knight Smith, de la Oficina para Sudamérica de la Cancillería: “El efecto de este aumento de capacidad hará que el reactor tome un 20% en vez de un 8% de uranio enriquecido” y tras un nuevo acuerdo de cooperación nuclear “el Reino Unido proveería a Chile de combustible nuclear”.
En mayo de 1975, durante el segundo gobierno de Harald Wilson, el científico Hindley “habría aparentemente asesorado a los chilenos” en una visita secreta, según consta en los documentos.
Casi una década después, luego de la Guerra de las Malvinas y del revuelo internacional por las denuncias de violaciones de derechos humanos del gobierno de Augusto Pinochet, un vínculo de cooperación nuclear entre ambos países -a través de un enviado experto en armas atómicas- era un tema delicado para la imagen del gobierno británico.
SIGUE MISTERIO
Finalmente, el tema se resolvió a favor de la venta de combustible nuclear. “Tras el acuerdo ministerial de la presentación del señor Kenyon el 16 de marzo, intercambiamos correspondencia con los chilenos el 23/24 (?) para esta venta de uranio enriquecido. El uranio está listo para ser suministrado el próximo año”, aclara el memo confidencial de diciembre de 1982.
Los entretelones de la capacidad nuclear chilena y sobre la posibilidad, los detalles de la visita de Hindley y la existencia de planes de utilización del uranio enriquecido quedarán inmersos en el misterio histórico, porque los documentos desclasificados no profundizan estos temas.
Fuente: http://larazon.pe/26061-inglaterra-facilito-poder-nuclear-ofensivo-a-chile.html
--------
Papeles Secretos Chile-Reino Unido: el debate por la venta de uranio en la era Pinochet
Jueves, 21 de febrero de 2013